Si el poder de una buena fotografía es tan crucial, ¿por qué tan pocos empresarios recurren a fotografías de alta calidad de un profesional?

Razones pueden ser:

1. El costo: es una inversión, no generará ningún ingreso “directo” o “inmediato”, o al menos eso pensamos.
2. La recesión económica: la prioridad en muchas ocasiones es pagar salarios, proveedores, alquiler e impuestos, todo esto para darle continuidad al negocio.
3. Hay alternativas fáciles: Se puede con un Smartphone tomar una serie de fotos, sin embargo, ni siquiera se acercan a la calidad fotográfica de la tecnología de las cámaras modernas.

Por ahí dicen que “el que no arriesga, no gana” y quizá este es el punto que deseo destacar.

Volvamos al cliente:
Hoy más que nunca, los usuarios pueden elegir entre cientos de opciones para todo lo relacionado con comida, moda, viajes, salidas, etc. Todo lo que el corazón de un consumidor desea está disponible en abundancia. Hoy, con un clic, podemos elegir entre un producto que se produjo localmente y uno que se produjo a miles de kilómetros de distancia.

Llegados a este punto me gustaría preguntarle:

¿Conoce las posibilidades de su mercado objetivo? ¿Es visible en los canales de venta? Y si es así, ¿muestra lo qué es necesario y apropiado para su producto o servicio?

Si su respuesta es no, le animo a que se arriesgue a invertir en lo que la gente consume, lo que es visible y notable, para que no se quede atrás y la competencia lo elimine. Si tiene un gran producto que a la gente le encanta consumir y al que sigue volviendo, entonces atrévase a llegar a más personas con él con imágenes de alta calidad para obtener la atención que se merece.

Todo lo que tiene que hacer es darle a la clientela la oportunidad de enamorarse de quien es. Crea en si mismo y en lo que está ofreciendo. La mejor forma de mantener un negocio es adaptarse al cambio. ¡Aquí vamos!