Desde que la Ley 8689 (2008) se hizo cumplir en el Cantón de Osa, el Santuario de Vida Silvestre ha tenido mucho trabajo. A cargo del proyecto están Mike Graeber, un norteamericano residente de muchos años y Dannia Segura Jiménez, una joven abogada responsable de obtener los permisos para las instalaciones.

Cuando el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet) comenzó a aplicar las multas ejemplares, una gran cantidad de personas entregó sus “mascotas” voluntariamente. Minaet no dispone de albergues apropiados para estos animalitos. El Santuario de Vida Silvestre también han recibido animales maltratados o heridos que requieren atención en dicho centro.

Conjuntamente con el Dr. Fernando Riera y un médico veterinario de planta,  operan y curan a los animales, como en el caso de un búho que fue atropellado por un carro. El ala rota ya está sanando, sin embargo, el ave perdió un ojo y ojalá se le pueda introducir nuevamente a su hábitat.

No es factible con otras especies como una pareja de papagayos del Amazonas que han vivido juntos en cautiverio durante hace 25 años. Fueron confiscados y ahora comparten una jaula amplia y bien ventilada en las instalaciones del santuario de vida silvestre.

La guatusa Sofía fue criada por un muchacho de 10 años. Sus lágrimas no pudieron impedir que los funcionarios del Minaet se la llevaran. Sofía nunca podrá ser liberada.

Pablo y Coco son dos monos tití que fueron encontrados atados a una cadena de un metro, devolverlos a la selva sería darles una sentencia de muerte.

El Santuario de Vida Silvestre en Osa es principalmente un Centro de rescate, recuperación y reinserción al medio natural. Está abierto al público para promover el conocimiento de los frágiles ecosistemas que se ven amenazados por la invasión de su hábitat.

Donaciones:    wildlifesanctuary@villasalturas.com