Pulseándola boníto - Trabajar con pasión

AUTHOR: Dagmar Reinhard

Caro y Gabi llegaron hace 13 años de Cartago, Valle Central de Costa Rica donde después de sus estudios académicos gerenciaron su verdulería. Buscando una nueva vida, el destino las llevó a Uvita donde su propósito era desligarse del nefasto círculo vicioso del materialismo: dar tiempo a cambio de dinero.

En su lugar decidieron quedarse con su tiempo y producir sus cosas directamente. Con el alquiler de su casa en Cartago financiaron sus primeros años en su nuevo lugar y cambiaron su pick-up por un terreno en Uvita.

Así es que aprendieron ellas mismas (ni tío Google ni el internet estuvieron disponibles en aquellos tiempos) como hacer un pozo séptico, una “rancha” - su primer techo, un tanque de agua de lluvia, un horno etc. Pagaron a un vecino que tenía experiencia en construcción para que les enseñara.

Investigaron con los trabajadores de la zona mientras compartían una cerveza. Gabi dice que ningún dinero del mundo les hubiese alcanzado para pagar las obras.

Gabi también tiene mucha aptitud para la artesanía que solía vender desde el 2009 en la Feria de los sábados en la Cancha Sintética de Uvita. Vieron que esta plaza de mercado ofrecía buenas oportunidades para la venta de productos orgánicos. Construyeron un deshidratador con combustión de leña para frutas y coco para preparar harinas.

Lograron buenas ventas. Igualmente, ya habían adquirido amplios conocimientos en la fabricación de muebles y construcción y pudieron ofrecer sus servicios. Ambas mujeres durante años tomaron clases de Tai-Chi con un maestro. Caro finalmente se graduó y hoy día da clases regulares de Tai-Chi y Kung-Fu en la Plaza de Deportes de Uvita.

Mientras tanto, Gabi quien es músico/cantautora comenzó a tocar con el grupo de Beta y Trey del anterior hotel Tucán, Calle Tierra y más recientemente con la banda más conocida de Uvita, Los Geckos. Durante el año 2020, ambas laboreras tuvieron que reinventarse y una manera de hacerlo era administrar Helpca, un mercado en línea que distribuye productos locales.

Preguntándoles a las laboreras por sus planes a futuro, contestaron al uníson: “Vivimos del día al día, felices de poder sostenernos fuera del “sistema”, laborando siempre y pulseándola bonito.”