Geckos

~ Por Cesar Barrio Amorós

En esta costa privilegiada que hemos elegido para vivir, rebosante de naturaleza y bellezas por todas partes, compartimos nuestras vidas con los animales.

Entre ellos destacan los geckos.

Existen seis especies sólo en esta zona, de las cuales cinco se pueden observar casi en todas las casas que posean un jardín. Hay tres nativos y dos introducidos.

El gecko más frecuente en todas las casas, que algunos llaman reidor o besucón por el sonido que produce, es el Hemidactylus frenatus, un invasor asiático que llegó para establecerse en casi todos los países tropicales a través de los contenedores de productos.

Son de color beige a café y de noche se vuelven pálidos, casi blancos. Habitan casas de todo tipo de material, y se dedican a comer todo insecto que vean y les quepa en la boca. Otro invasor, mucho más reciente, es un pequeño gecko que no tiene más de 6 años en la zona, el gecko enlutado (Lepidodactylus lugubris).

Éste posee una característica muy peculiar que lo hace muy exitoso, ya que con solo un individuo que llegue a un enclave apropiado, puede generar una población.

Sphaerodactylus graptolaemus (1)

¿Cómo haría un solo gecko para reproducirse?

Es una especie partenogenética, es decir, está constituida por hembras que producen clones de sí mismas. En 2011, en Uvita, vi el primero de ellos, y me pareció hasta gracioso. Ahora tengo en cada ventana de mi casa al menos dos, y en la mesa del balcón donde yo como, corren varios a su antojo.

El tercer gecko es el más grande de todos, el gecko gigante Neotropical (Thecadactylus rapicauda), que crece hasta 20 cm y es el rey de la casa. No es tan común como los otros, y generalmente en una casa sólo habita una pareja.

Estas tres especies mencionadas son nocturnas. De día podemos ver otras dos especies de geckos, una es típicamente vista en los exteriores de la casa (casi nunca dentro), en paredes y entre los trastos del garaje.

Es el llamativo gecko de cabeza amarilla (Gonatodes albogularis) una de las especies de gecko más bonitas del mundo. Y finalmente, el gecko enano (Sphaerodactylus graptolaemus) que aunque está presente en casi todas las casas, es difícil de ver, ya que se mantiene oculto en rendijas, y es tan pequeño que puede confundirse con crías de las otras especies.

Lepidodactylus lugubris

Sobra decir que estas especies son inofensivas.

Todos los geckos comen insectos más pequeños que ellos, por lo que limpian las casas de algunos visitantes nocivos.

Lo único desagradable para mí es que defecan por todos lados, y hay que estar pendiente para limpiar sus gracias.

INFO: César Barrio Amorós/Doc Frog Expeditions and Photography

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