Tenía un anhelo tácito de hermandad, que se manifestó en las mujeres más increíbles que he conocido y por las que siento la más profunda gratitud. Estoy agradecida por los grandes y valientes hombres que conocí conectados con su alma, haciendo su trabajo interior con un corazón abierto. 

La intensa energía aquí me obligó a mirar dentro de mí como nunca. Me ayudó a enfrentar «cosas» que no sabía que había acumulado. Al principio, experimenté un gran choque cultural, que se tradujo en resistencia contra lo que percibí como una tontería demasiado larga, demasiado lenta o ilógica. Había venido buscando «algo más» sin estar lista para aceptar el cambio, y el exterior estaba reflejando lo que estaba esperando suceder dentro de mí.

Los desafíos fueron numerosos, pero estar aquí siempre fue mi elección; sufría por resistir lo que había llegado a experimentar: “algo diferente”. Una vez que me entregué a la verdadera esencia de la “pura vida”, incluida la inevitabilidad de una hora en la fila en el banco en el mejor de los casos, comencé a cambiar. Por fuera y por dentro.

Comenzó el crecimiento y con eso, llegó una increíble sensación de libertad. Ahora sé que necesitaba todo esto para deshacerme de esas capas que ya no me servían. La sencillez y sin embargo, la abundancia de vida en la jungla me ayudó a crear un nuevo paradigma de lo que realmente necesito. La respuesta es: mucho menos de lo que pensaba, mucho menos de las cosas que consideré indispensables y mucho menos pensamiento excesivo, drama y miedo.

Vivir aquí me ayudó a despejar mi mente, hacer espacio para que mi alma brille, arrojar luz sobre lo que es realmente importante. Siento que este espacio está lleno de nueva energía creativa, coraje, honestidad y amor. La fuerza viva que encontré dentro de mi corazón es el mayor regalo que podría darme.

Esta comunidad y las personas maravillosas a las que tengo el privilegio de llamar amigos, hermanas y hermanos son los mejores regalos que la vida me puede dar.  Los extrañaré, queridos. Gracias.

 Estaremos viéndonos y los amo.

 Sara