El puma es el “gato” más grande que ronronea, en lugar de rugir como lo hacen sus primos, los jaguares y tigres. El puma cuenta con laringe adaptada para ello, el sonido que emite es semejante al de un silbido. Es el segundo felino más grande de América después del jaguar, aún cuando tenga el mismo tamaño, es menos corpulento que los jaguares. Puede pesar entre 24 a 75 kilos.
El puma adulto muestra un color dorado en el dorso y entre blanco y crema en el área del vientre. Por lo general tiene entre 1 a 4 crías, quienes al nacer tienen manchas circulares de color café oscuro que sirven de camuflaje.
Los pumas se encuentran prácticamente en todo el continente americano. En Costa Rica su distribución está esparcida en varios puntos del país, siendo los Parques Nacionales, Corcovado y de La Amistad, los lugares más importantes de la zona sur en donde se les puede observar.
Son muy silenciosos cuando cazan; se alimentan de venados, monos, tortugas y puercoespines. Son buenos trepadores de árboles y pueden saltar más de 5 metros verticalmente y 12 metros horizontalmente.
Aunque prefieren no permanecer en el agua, son capaces de nadar. El puma aunque no tiene enemigos naturales, además de los humanos, está considerado como especie en peligro de extinción, debido principalmente a la pérdida de su hábitat por la deforestación y la cacería indiscriminada.
Recordemos que conservando nuestros bosques y evitando la casería podemos ayudar a la conservación de esta especie en nuestro país. Costa Rica es el primer país latino-americano que prohibe la caza deportiva.