Si queremos preservar nuestros recursos naturales y nuestra forma de vida, el actuar ‘ecológicamente’ ha demostrado ser un cambio de estilo de vida necesario. Uno de nuestros más preciados recursos naturales es el agua. Todos podemos empezar haciendo pequeños cambios en nuestros hábitos cotidianos que pueden ahorrar cientos de galones de agua cada año. El ahorro de agua puede ser muy fácil y nos ahorra tiempo y dinero.
¿Por qué esto debe importarnos?
Independientemente de quienes seamos, de dónde vengamos o el estilo de vida que llevemos, tenemos una cosa en común: todos necesitamos y merecemos el acceso al agua potable. Cada año, nuestros ríos, arroyos, lagos y océanos se ven afectados por la contaminación y el consumo desmesurado de agua.
Además de ser especialmente perjudicial para las personas que se ganan la vida pescando o dando tours acuáticos, la falta de agua limpia y fresca tendrá un impacto negativo en nuestras vidas.
El primer paso para la conservación del agua es observar conscientemente el uso que le damos:
- Preste atención a su recibo del agua, ahí verá la cantidad que está utilizando.
- Mida el tiempo debajo de la ducha. Cada minuto en la ducha requiere un promedio de 27 litros de agua.
- Lleve cuenta las veces que usa el inodoro en un día. El tanque del inodoro utiliza un promedio de 23 litros de agua.
Aquí hay algunos consejos:
- No deje correr el agua mientras se cepilla los dientes ni cuando lava los platos. Limpie todos los platos y enjuáguelos después de fregarlos.
- Coloque un ladrillo en el interior del tanque del inodoro para utilizar menos agua.
- Lo más importante es instalar un sistema de recolección de agua de lluvia, el cual podrá ser utilizado para regar el jardín, lavar, o llenar la piscina durante la estación seca cuando no llueve.
Escritor: Tori Aleece Phillippi
