Los tiburones son peces cartilaginosos que se ubican en el tope de la cadena trófica y como grandes depredadores tienen el papel de mantener estable las poblaciones de otros depredadores, herbívoros y en general del ecosistema.
A su vez la naturaleza es sabia y tiene formas de regular las poblaciones de especies depredadoras. Por ejemplo, un tiburón martillo (Sphirna lewini) se empieza a reproducir a la edad de 6 años en los machos y 16 años en las hembras. El periodo de gestación es de 12 meses y su progenie varía entre 2 y 38 neonatos.
Por ello la recuperación de una población que ha sido sobreexplotada por la pesca inconsciente, es un proceso sumamente lento y sólo puede darse cuando existan suficientes individuos reproductivos y se regule la causa de su disminución.
En Costa Rica, la amenaza principal sobre los tiburones, es la cacería ilegal de las aletas de tiburón, actividad que continúa en la clandestinidad para abastecer un negocio millonario en países asiáticos, en donde el precio puede llegar a más de $500 por kilo.
Además, la carne de tiburón se vende como bolillo o cazón y es muy apetecida para hacer ceviche. Invito a los lectores a probar ceviches de otros peces que no han sido sobreexplotados.
Por ahí me contaron que el ceviche de pámpano es mucho mejor, no sólo en sabor y textura, sino también en precio.
INFO: PASE al consumo responsable – Reserva Playa Tortuga – http://www.reservaplayatortuga.org/