Poo-oo-oo-oo-oo suena el triste gemido a través de la cálida noche veranera. Todos dijeron que era un perezoso. A finales de la década de los 80, un ornitólogo que visitó Hacienda Barú me comentó. “Ese sonido triste proviene del Pájaro Estaca (Nyctibius griseus)”, me dijo, “uno de los pájaros mejor camuflados en el mundo”. Caminamos a través de la noche hacia el triste gemido, y un enorme ojo amarillo que reflejaba la luz de nuestra linterna apareció. “Ahí está tu perezoso”, sonrió señalando el ojo y el contorno oscuro de un pájaro parecido a un halcón. Los perezosos de tres dedos a veces emiten un afligido silbido, pero nadie que lo haya oído lo confundiría con el del pájaro estaca. Muy pocos habían oído hablar del pájaro estaca que se posa en el extremo de un palo roto y se confunde tan bien que parece parte del mismo. Es por eso que tan pocos saben de su existencia. En Hacienda Barú, los visitantes, en ocasiones, han observado estas aves a través de un telescopio y se negaron a creer que estaban mirando un pájaro. “No veo nada más que una rama quebrada”, dicen.
El “nido” consiste en un solo huevo equilibrado en el extremo de una rama rota. Los padres se turnan para incubarlo y luego alimentar a la cría. El polluelo se posa al lado del adulto y su plumaje blanco y esponjoso contra el fondo de color marrón claro del adulto, hace que el par sea un poco más visible. Después de aproximadamente tres semanas, los padres dejan solo al polluelo en la rama quebrada, pero regresan regularmente con comida. El pichón deja el nido y sale volando después de otras tres semanas.
El pájaro estaca permanece inmóvil en su posición durante las horas del día y se activa una vez que se pone el sol. Su presa consiste principalmente de insectos grandes que captura volando en salidas cortas.
Por Jack Ewing
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